EL ENSILAJE

1. EL ENSILAJE

Es un método de conservación de pastos y forrajes, basados en una fermentación anaeróbica (sin aire) de masa forrajera, que permite mantener durante periodos prolongados de tiempo, la calidad que tenia el forraje en el momento del corte.

1.2 FINALIDAD DEL ENSILAJE
El ensilaje, es forraje conservado y constituye la manera racional e inteligente de aprovechar los excesos de vegetación exuberante para utilizarlos en épocas críticas, bien sea durante la época de lluvias o sencillamente cuando no se dispone de alimento en la pradera, pero también debe conservarse con la mejor calidad posible.
Puede ensilarse cualquier gramínea; leguminosa o subproducto; sin embargo, se prefiere ensilar cultivos verdes con altos rendimientos forrajeros por unidad de superficie; alta producción de hojas, alto contenido de azucares o carbohidratos solubles y facilidad de cosecha mediante métodos manuales o mecánicos.
1.3 ETAPAS DEL ENSILAJE
A partir del período de recolección y picado del forraje, hasta finalizar el proceso de ensilaje, se dan dos fases principales que es necesario conocer para dar un manejo correcto y obtener los logros deseados, así:
1.3.1 RESPIRACIÓN
Después de cosechada la planta, cuando la célula vegetal aún respira, produce anhídrido carbónico (HCO) yagua que elevan la temperatura hasta 58 o 60°C, conduciendo al oscurecimiento del ensilado y caramelización de los azúcares.
Esta fase aerobia no se debe permitir, pues disminuye sensiblemente el contenido de azúcares solubles y la digestibilidad; si el silo se cierra, en forma hermética, el oxígeno presente se consume con rapidez (primeras cinco horas) y garantiza un, buen resultado.
1.3.2 ACIDIFICACIÓN
Al comienzo del proceso, cuando hay presencia de oxigeno y la temperatura se encuentra entre 20 y 60°C se presenta un crecimiento de bacterias aerobias Gram negativas, las cuales conservan los azúcares y liberan ácido fórmico, acético, láctico, butírico, alcohol, y anhídrido carbónico.
Una vez se agota el oxigeno se inicia un proceso de fermentación láctica, cuyo grado depende del contenido de azúcares fermentables y del nivel de anaerobiosis; por tanto, cuando el material ensilado no contiene suficientes carbohidratos, como ocurre con las leguminosas, es conveniente adicionar durante el proceso de ensilaje, materiales ricos en estos elementos como maleza, granos molidos, entre otros.
Si las condiciones son adecuadas y los azúcares son transformados en ácido láctico, se inicia un período de estabilización en el cual el pH desciende de 4,2 hasta 3,5 cesando toda actividad enzimática, incluida la de las bacterias, y el ácido láctico se convierte en el verdadero agente de conservación del ensilado.
Un ensilado puede conservar su calidad cuando su pH es inferior a 4,2; sin embargo, valores hasta 5.0 son aceptables, siempre y cuando exista una proporción elevada de materia seca. Si no se logra una acidez adecuada se desarrollan fermentos que además de acentuar la proteolisis atacan y transforman el ácido láctico, producen ácido butírico y presentan putrefacción.
Cuando la humedad del material y el pH son altos, se desarrollan bacterias indeseables del género Clostridium, las cuales producen ácido butírico, amoníaco y aminas como cadaverina, histamina y putrescina, características de materia orgánica en descomposición, ofreciendo un ensilaje de mala calidad. El desarrollo de estas bacterias se evita bajando la humedad a menos del 70% o aumentando la acidez.
Si el silo se encuentra mal tapado y mal compactado continúa entrando oxígeno y la respiración no se detiene, lo cual trae como consecuencia una pérdida de materia seca en el ensilaje y un aumento en la temperatura que puede llegar hasta 62°C, con pérdida de materiales y disminución en la digestibilidad por, sobrecalentamiento de la proteína. En el ensilaje de 40°C, cuando se inicia el proceso. La temperatura óptima para el desarrollo de las bacterias que producen ácido se encuentra entre 26 y 39°C y su crecimiento cesa a los 50°C.
1.4. CALIDAD DEL ENSILAJE
Existen varios indicadores para calificar la calidad del ensilaje y por lo general, se asocian con algunas características como olor, color, textura, gustosidad y naturaleza de la cosecha ensilada.
Un ensilaje de buena calidad debe tener las siguientes características:
• Forraje cosechado en estado de desarrollo apropiado
• pH de 4,2 o menos
• Contenido de ácido láctico entre 5 y 9% en base seca
• Libre de hongos y malos olores como amoníaco, ácido butírico y pudrición
• Ausencia de olor a caramelo o tabaco
• Color verde
• Textura firme.
1.5 VENTAJAS y DESVENTAJAS DEL ENSILAJE
El ensilaje, como cualquier otro proceso, tiene ventajas y desventajas las cuales guardan relación con la situación particular de cada productor, sin que permita esto generalizar al respecto.
Dentro de las ventajas se pueden mencionar:
• Suministra forraje suculento de calidad uniforme durante todo el año, principalmente en verano.
• Aumenta la capacidad de carga por hectárea en la finca.
• Es el método más práctico para conservar el valor nutritivo de un forraje.
• Conserva el buen sabor del forraje durante el tiempo de almacenamiento.
• Disminuye la utilización de alimentos concentrados.
• Permite utilizar variedad de equipo y maquinaria para su elaboración.
• Reduce las pérdidas de forraje en las acciones de recolección y manipuleo.
Como desventajas se pueden señalar:
• Es voluminoso para almacenar y manejar.
• Se requieren equipos para volúmenes grandes y la mecanización es costosa.
• Las pérdidas pueden ser muy grandes cuando no se hace en forma adecuada.
• Se requiere la selección de forrajes apropiados.
1.6 FORRAJES PARA ENSILAR
Par la preparación de un ensilaje de buena calidad, hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:
• Forraje y corte
• Llenado y apisonado
• Fermentación
• Preservativos
• Cobertura y sellado
• Pérdidas
Se puede ensilar todo tipo de gramíneas usadas para pastoreo con, o sin, mezcla de leguminosas (tréboles y leguminosas nativas), gramíneas de corte (imperial, elefante, Sudán, entre otros), sorgo forrajero, maíz millo, maíz, avena forrajera y otros cereales. Para obtener una mayor cantidad de materia seca digestible, el forraje debe ser cosechado por lo menos cinco días antes del estado óptimo del forraje o de máxima producción de materia seca. Por cada día que pase después de este estado óptimo disminuye la digestibilidad en 0,5 por ciento. Las leguminosas se deben cosechar cuando empiezan a florecer y las gramíneas antes de la floración; la avena y el sorgo, cuando los granos están en estado lechoso y el maíz cuando la mazorca están en estado de choclo y comienzan a secarse las hojas inferiores. Cuando hay mezcla de gramíneas y leguminosas, se hace el corte cuando está floreciendo el forraje predominante en la pradera. Los tallos y las hojas de las leguminosas son más suculentos y se dejan compactar con facilidad, igual sucede con las gramíneas jóvenes; cuando están maduras y florecidas se vuelven duras y fibrosas, se pueden picar bien pero no se dejan compactar con facilidad. Algunas gramíneas tienen tallos gruesos, huecos y son difíciles de apisonar para eliminar todo el aire que contienen. El forraje bien picado (de uno y medio a dos centímetros de largo) se deja apisonar más fácilmente, lo cual hace posible la compactación y la expulsión rápida del aire de la masa ensilada. Los forrajes más maduras, se deben picar con cuidado, pues de lo contrario se aumentan las pérdidas de materia seca y el ensilaje puede resultar de olor fuerte y de aspecto mucilaginoso.
El contenido de humedad del forraje es importante para obtener un buen ensilaje; cuando se ensila con mucha humedad, se aumentan las pérdidas por escurrimiento; además, el ensilaje resulta menos palatable y habrá menos consumo. Para la mayoría de los forrajes la humedad óptima para ensilar es de 70 a 73 por ciento. Como conclusión se puede afirmar que si el propósito es tener un producto de óptima calidad que garantice niveles de producción animal adecuados, se deben elegir forrajes con estos requisitos:
• Buen contenido de materia seca
• Buen contenido de carbohidratos y proteínas
• Alto rendimiento por unidad de área
• Óptima relación tallo hoja
• Adecuado período vegetativo
La avena forrajera, en clima frío, es una buena alternativa por sus rendimientos (60 t/ha de forraje verde a los 130 días) y valores nutricionales, los cuales se mejoran cuando se cultiva asociada con vicia, y se cosecha cuando el grano se encuentra en estado lechoso.
En clima medio y cálido, por sus altos rendimientos el pasto Elefante (Pennisetum purpureum) y el maíz (Zea mayz) son los más indicados para ensilar. En la Montaña Santandereana sus producciones oscilan entre 38 y 55 toneladas por hectárea de forraje verde cuando se cosechan a los 100 días.


1.7 TIPOS DE SILOS
La biomasa de un forraje en estado verde se encierra en un recipiente o lugar, en donde libre de aire sufre una acidificación y se transforma en ensilaje. Existen diferentes tipos de silos y la elección de cualesquiera de ellos dependerá de los aspectos relacionados con cada explotación como: el tamaño de la misma, la disponibilidad o la facilidad en la mecanización, los niveles de pérdida durante la conservación y, la capacidad de inversión.

1.7.1 SILO DE TORRE

Silo de Torre
Se construye con diferentes materiales como ladrillo, bloques de cemento, cemento armado, piedra, láminas metálicas, entre otros. Tienen techo que proporciona una buena protección contra la lluvia. Con relación a otros silos, presenta una mejor compactación del forraje, menores pérdidas superficiales del ensilaje pero produce mayores pérdidas por jugos exprimidos. Estos silos son más costosos y requieren maquinaria complicada para llenarlos y vaciarlos.

1.7.2.(3) SILO DE TRINCHERA y BUNKER
Su construcción resulta más barata que la de los silos de torre. Se cargan y descargan fácilmente usando maquinaria más variada. Hay menos pérdidas por jugos exprimidos, pero por la mayor superficie expuesta a las condiciones ambientales, pueden aumentar las pérdidas. Se necesita de buena experiencia para llenarlo y lograr una buena expulsión del aire, la cual depende de la distribución del forraje, de la compactación y del tapado o sellado. En general, son longitudinales, construidos sobre el piso, abiertos en uno o ambos extremos; las paredes en ladrillo, piedra o bloques de cemento deben ser ligeramente inclinadas para facilitar el apisonamiento.

1.7.4 SILO DE BOLSA
Consiste en colocar el material que se va a ensilar dentro de bolsas de plástico calibre 4 a 6 y capacidad de 30 a 40 kilogramos, y después de extraer, mediante una adecuada compactación, la mayor cantidad posible de aire, se deben cerrar herméticamente. Este proceso se puede mejorar utilizando una aspiradora de uso doméstico; al extraer el aire, el forraje se comprime y se evitan las fermentaciones indeseables. Con este sistema, se facilita el manejo del material, especialmente lo relacionado con el llenado, apisonamiento y sellado; no requiere maquinaria complicada ni costosa, y es uno de los más recomendables para el ganadero pequeño.

1.7.5 SILO DE MONTÓN
Son hechos directamente sobre la tierra, no poseen paredes, el forraje se acumula en forma circular o trapezoidal; el piso puede ser la misma tierra, estar cementado o cubierto por un plástico. En la medida que el forraje se va acumulando se compacta mediante pisoteo o se utiliza un pisón, un rodillo u otro equipo. Una vez finalizado el proceso se cubre con plástico y se colocan materiales pesados encima para ayudar a la compactación.

1.8 EL ENSILAJE COMO ALIMENTO

La importancia del ensilaje como alimento depende de su composición química, digestibilidad y cantidad consumida por el animal. El contenido de elementos nutritivos está dado por la naturaleza del forraje ensilado. Con el ensilaje no hay mejoramiento de la calidad, pero cuando el proceso ha sido correcto se conserva por muchos meses la calidad original. La digestibilidad de la materia seca puede ser un poco menor que la del material o forraje verde usado, mientras que la proteína puede disminuir especialmente cuando ocurre sobrecalentamiento en el silo. Por lo demás, los ácidos producidos por las bacterias a expensas de los carbohidratos no producen cambios notables en el contenido total de los elementos nutritivos.
Si se considera el contenido de nutrientes, particularmente la relación proteína: energía, la planta de maíz con 14.7% de proteína y 3.9 megacalorías de energía bruta, ofrece mayores ventajas con relación a otras gramíneas como el pasto Taiwán (pennisetum sp) con solo 5% de proteína y 3.5 megacalorías de energía bruta.

No Response to "EL ENSILAJE"

Publicar un comentario

powered by Blogger | WordPress by Newwpthemes | Converted by BloggerTheme